Tras varios años de noviazgo, llega la boda que os relatamos a continuación, entre Cristina, una novia Impúribus, y Jaime.
La conexión entre Cristina y Jaime se forjó en 2016 durante un cumpleaños de una amiga común. Su historia amorosa se consolidó meses después, en una tarde de cervezas después de un partido de pádel.
Un cumpleaños de él culminó con una propuesta de matrimonio inolvidable en un idílico barquito en Menorca. Con la puesta de sol como testigo, le entregó un anillo, marcando el comienzo de un compromiso que culminaría en una boda llena de detalles significativos.
El maquillaje y peluquería fue realizado por MG Beauty. Crearon un look impecable y natural, que no solo realzó la radiante sonrisa de la novia, sino que también capturó la esencia de su personalidad.
El momento en que Cristina hizo su entrada triunfal, deslumbró a todos con su vestido de novia de Impúribus.
El conjunto de novia se componía de un vestido de crepé, gasa y blondas bordadas y una bonita y ligera capa.
En su vestido de novia destacan detalles muy favorecedores para su silueta. Un precioso escote, corte alto en cintura y unas mangas abullonadas de gasa con efecto globo y puños ajustados elaborados con blondas bordadas. Esa misma puntilla también será protagonista en el contorno de su profundo escote espalda, enmarcando así su forma. Y por último una capa de gasa que se sujetaba en los hombros del vestido, para poder desmontarla para mayor comodidad a lo largo de la celebración.
“Conocí a Impúribus por una amiga mía que se lo hizo ahí y me encantó.
Quería un traje a medida desde el inicio, sobre todo porque tenía claras varias cosas desde el principio. Quería la espalda al aire y una capa que saliese de los hombros. Sara y su equipo estuvieron dándome ideas desde el principio y finalmente conseguí tener el vestido que me imaginaba para mí. Un vestido sencillo y romántico con unas mangas muy especiales y preciosas y una capa de un tejido espectacular.” – dice Cristina.
El elemento prestado por una amiga de Cristina, costumbre en muchas novias en España, fue el tocado de la marca Cocoluco.
Los zapatos Saló, regalo de dos de sus testigos, y los elegantes pendientes Aristocrazy, obsequio de los padres de Jaime, complementaron su look con un toque personal.
El ramo, creado por Flores Pili y regalado por su hermana, exhibió una exquisita combinación de flores, añadiendo un toque romántico a su estilo sencillo y natural. “Uno de los momentos más bonitos para mí fue cuando dimos el ramo a mi abuela, que tiene 88 años.” – nos cuenta Cristina.
La emotiva misa de la boda de Cristina y Jaime se llevó a cabo en la Parroquia de San Agustín. Un lugar lleno de significado al estar frente al colegio de la novia y ser oficiada por el Padre Carlos, conocido desde hace tiempo.
“… La salida de la iglesia. Después de un año entero organizando el día parece que empieza ya por fin. Al salir de la iglesia ves como esta ahí toda la gente que te quiere sonriendo y alegrándose por ti. Jaime estaba guapísimo y ninguno de los dos podía parar de sonreir. Fue un dia precioso que repetiría mil veces y probablemente nunca saldría tan perfecto.”– Explica Cristina.
En la ceremonia se interpretaron varias melodías de la mano de Laudate, tanto con conjunto vocal como instrumental. Entre ellas “He sleeps (Pretty Woman)” en la entrada del novio y “Te partirò, de Andrea Bocelli” en la entrada de la novia.
Y la celebración a La Cañada de Mónico en El Escorial. Este encantador lugar, cautivó a la pareja con sus exuberantes jardines y un salón acristalado luminoso con vistas panorámicas. Optaron por no contar con un wedding planner, confiando en la experiencia y apoyo brindado por La Cañada de Mónico, donde el equipo se encargó de cada detalle, permitiéndoles disfrutar plenamente de su día sin preocupaciones logísticas. La elección de este hermoso enclave añadió un toque especial a la celebración, marcando el inicio de un banquete repleto también de momentos inolvidables como la entrada al ritmo de la canción Sarà percgé ti amo (Remix).
Allí mismo continuó la fiesta y el baile con momentos inolvidables, amenizados por un saxofonista que hizo vibrar a todos con la emotiva melodía de «Thousand years». Aunque Cristina y Jaime no tenían una coreografía preparada, el momento espontáneo se convirtió en algo especial y único. En cuanto al vestuario, Cristina optó por mantener el mismo vestido de novia de Impúribus durante toda la celebración, destacando su elegancia y comodidad, quitando la capa que llevaba al inicio.
Fue un día lleno de alegría y momentos entrañables que quedaron inmortalizados con maestría, por el maravilloso equipo de LeoDaVinci Weddings.
Quiero agradecer enormemente la generosidad de Cristina y Jaime, esta preciosa pareja, por compartir con nosotros los detalles y fotografías de un día inolvidable que perdurarán en la memoria.
Música en la ceremonia Laudate