La mágica luz en la boda de Mayte y Víctor (Los Claustros de Ayllón)

Mayte y Víctor son los novios que conoceréis hoy, una pareja llena de complicidad y amor. Esta dulce novia no dudó en venir a Impúribus para hacer realidad uno de los días más bonitos de su vida. Y es que ya desde el primer momento fue especial, Mayte y nuestra diseñadora, conectaron. Como muchos sabéis, Sara había trabajado de aparejadora antes de estudiar diseño de moda en el IED, y Mayte comparte esta profesión.

Mayte tenía algo claro, quería un diseño acorde a su personalidad. Desde el primer momento Sara supo que sería algo sencillo a la vez que especial, con detalles que lo harían único.

Finalmente eligió un vestido de crepé en blanco roto, de cuerpo entallado y falda fluida que aportaba movimiento a cada paso.

Para el escote, optamos por uno barco y una espalda muy pronunciada en forma de pico con botones forrados con el mismo tejido del vestido, un detalle que nos encanta hacer en el Atelier de Impúribus, recordando a la costura más tradicional.

Las mangas, estrechas hasta el codo y rematadas con un gran volante, están confeccionadas en un precioso tul semitransparente bordado con motivos florales, utilizado también encima del crepé en el costadillo, y compuesto a base de pequeños puntitos que forman ramilletes. Las transparencias del tul son lo que consiguen dar al vestido el toque bohemio y juvenil que Mayte quería.

Como remate en el vestido elegimos una delicada puntilla de hilo con bodoques redondos similar a la flor del tejido. La novia eligió incluir este detalle envolviendo el tallo del ramo y en su peinado.

Para darle el último toque al vestido, un velo liso de tul sedoso blanco también de nuestro Atelier Impúribus. Se trata de un diseño muy sencillo a la par que elegante que consigue acomodarse a la perfección a la novia y a su recogido.

Para el peinado, Mayte optó por la peluquería Singular, sita en Cantalejo al lado de casa de sus padres, donde va desde que era muy pequeña.

Lució una larga coleta de burbujas, peinado muy en tendencia entre las novias de los últimos años.

Para el maquillaje confió en su amiga y maquilladora, Irene Orgaz. Eligió tonos naturales que favorecían sus facciones y destacaban su profunda mirada.

El look se completó con unos zapatos de tacón de color azul de la marca Didom y un ramo de la misma tonalidad.

Mayte y sus amigas tienen como tradición regalarse entre ellas el ramo para el día de la boda. Ella en este caso eligió las hortensias azules porque son un tipo de flor con una gran cantidad de connotaciones sentimentales. Están relacionadas con la confianza, la armonía, el afecto, la felicidad y el amor.

Sin embargo, no fueron los únicos accesorios azules que llevó para ser fiel a la tradición. En Impúribus siempre ponemos un pequeño lacito azul dentro de cada vestido de novia hecho a medida, para desearle a los novios fidelidad, amor y pureza en su matrimonio.

Como accesorios, la novia escogió unos pendientes estilo vintage de Aristocrazy y para llevar algo prestado y seguir con la tradición, lució un anillo de su abuela María.

“…ella murió hace unos años pero estaba muy unida y quise llevarlo para tenerla cerquita de mi en ese momento.”

Ya solo le faltaba llevar algo nuevo que representara el camino que daba comienzo junto a su pareja. Para ello, sus amigas le regalaron una liga.

Y llegó el día más esperado…

Uno de los momentos más bonitos que vivió Mayte fue junto a su madre y su hermana, cuando le ayudaron a vestirse. Precisamente había preparado una sorpresa especial para ellas, una réplica de su ramo como recuerdo de ese gran día.

Pronto iba a comenzar la ceremonia. La pareja decidió celebrarlo en Los Claustros de Ayllón (Segovia), un lugar increíble que alberga un antiguo monasterio de más de 800 años de historia, rodeado por majestuosos jardines y estanques de agua natural.

La novia hizo el camino hacia el altar acompañada por su padre y su hermana, quien le llevaba la larga cola del vestido. Fue un momento muy especial para ella, pero como nos cuenta, también hubo muchos nervios:

“Mi padre quería salir y ¡Aún no estaba el novio! La gente de la organización nos avisaba, pero él no quería hacer esperar a 200 personas. Eran momentos de nervios, emoción y alegría. Yo estaba como un flan, pero mi padre empezó a contarnos algún chiste para relajar el ambiente.”

La pareja nunca olvidará el momento en el que sus miradas, nerviosas pero emocionadas, se encontraron en el altar.



Como en todas las bodas, es inevitable que se escape alguna lagrima de emoción.

“El momento de la lectura de mi hermana fue muy muy bonito” – Mayte.

Los anillos fueron un regalo de la hermana de la novia. Los compraron en Relojería de Diego, una joyería cercana a la familia.

Cuando acabó la ceremonia, todos los amigos y familiares se acercaron para felicitar a la pareja. Por fin los nervios cesaron y pudieron relajarse, disfrutando al máximo de la compañía de sus seres queridos.


Para inmortalizar los bonitos momentos de su gran día, Mayte y Víctor escogieron a unos de nuestros fotógrafos favoritos, Mario y Paty, de The Creative Shot.

Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros la boda de Mayte y Víctor.

Pronto os contaremos más historias de nuestras parejas con bonitas fotografías que os servirán de inspiración.

Por Elena García

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