Una novia Impúribus en el palacio del Negralejo (1ºparte)

«La novia nemorosa de Impúribus»

Entre jardines y una naturaleza más libre, las antiguas ruinas del castillo de Negrales se traducen hoy en el Palacio de Negralejo. Los contrastes arquitectónicos se funden en el ambiente natural de un pinar que recibe a la novia nemorosa Impúribus.

«El olor a hierba nos contagia de recuerdos y el encanto del vestido Acies se llena de luz»

En el hermoso bosque interior se abre camino el vestido Acies, un traje de novia largo de cuerpo entallado que marca la silueta de la novia hasta la cintura con una base de satén mate en escote corazón. A partir del hombro se deslizan piezas de tul drapeadas en forma de “V” en delantero y espalda estilizando la figura. Es en la zona de la falda donde el vestido Acies potencia la femineidad y delicadeza con tres cascadas de tul con costura exterior de corte diagonal manifestando la exigencia de la costura tradicional más exquisita. En este traje además destaca la versatilidad en el uso del velo. Por un lado aplicándolo cómo cola, sujeto con una abotonadura forrada en la cintura y por otra, la faceta más clásica colocándola en el cabello como velo aportando un toque diferente, a lo largo de la ceremonia.

Caminando por los suelos empedrados destacan los zapatos de color plateado de Doriani, que junto a los tocados refinados y artesanales de Toussete, visten a una novia Impúribus ideal.