Impúribus - Vestidos a medida de novia e invitada en Madrid

La novia que os presentamos hoy conoce Impúribus desde hace años. Tenemos una persona en común y desde el primer día que la vi, hace ya unos años, me cautivó su sonrisa. Como podéis ver, fue uno de los mejores complementos del día de su enlace.

Patricia y Pablo se casaron el 9 de septiembre de 2.022. Su pedida de mano había sido en la Costa Amalfitana, en un lugar llamado “la terraza del Infinito”.

Patricia vestía un conjunto precioso el día de su boda. Un vestido largo con cola en tejido de crepé y gasa en sus mangas, combinado con una original puntilla de guipour con motivos geométricos. Para la primera parte de boda, diseñamos una capa en la misma gasa de las mangas y remate en la cintura de la misma puntilla del vestido, para enmarcar la bonita silueta de Patricia. Respetaba la misma forma en la espalda que el escote del vestido y tenía una gran cola que aportaba un movimiento sutil y elegante al caminar. “La verdad que lo tenía bastante claro, no visite ningún otro diseñador, únicamente me probé vestidos para asegurarme el estilo y lo que mejor me sentaba. Tenía claro que quería hacérmelo, ya que tenía alguna idea clara y me gustaba pensar que fuese único y que me viese totalmente reflejada en el diseño. La verdad que lo recuerdo muy bonito, entre las ideas de Sara y lo que yo tenía en mente salió un vestido precioso y totalmente mi estilo! Lo sencillo que yo quería que fuese pero con bastantes toques originales, la capa que se quitaba y que parecía otro vestido, las mangas, como se enganchaba luego para que pudiese bailar cómoda…”- Patricia.

El ramo es de Monparnasse, con flores de temporada, diseñado bajo las peticiones de la novia. Las joyas que llevaba Patricia eran el anillo de pedida y otro anillo regalo Pablo. La madre del novio regaló unos preciosos pendientes de piedra verde, que resaltaban la mirada de Patricia. Y como valor sentimental: “…mi madre me regaló una pulsera con dos zafiros que se había traído ella de su luna de miel.”- dice Patricia.

Por último para cumplir la tradición de llevar algo prestado a tu boda, la novia llevaba el velo de la boda de su cuñada, y el tocado de una amiga y testigo.

El lugar elegido para la ceremonia fue la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles. “Nos casó el mismo cura que casó a los amigos que nos presentaron y la verdad que fue una misa preciosa, llena de momentos originales (nos dejaron leer un texto elegido por nosotros, aplaudimos cuando terminamos nuestros votos, subimos al altar para leer los votos y hacerlo delante de los invitados…).”- Nos cuenta Patricia.

La música en la eucaristía también cobró un acento importante. “Como yo toco el piano, la música fue en piano únicamente y los interpretes fueron mi profesora de piano y su marido.”-Dice la novia.

La celebración fue en la finca El Chaparral, una antigua residencia del siglo XIX, en medio de un bosque de árboles centenarios, reformada por el estudio de Luisa Olazábal. “…la verdad que Pedro que es el responsable de la Finca estuvo muy pendiente en todo momento y se quedó hasta el final para asegurarse que todo saliese bien. EL trato del Chaparral fue maravillos en todo momento! – la novia.

Se encargaron de la organización y de que todo saliese perfecto, las wedding planners Topping Experience. La decoración floral de la iglesia y en la finca, estuvo en manos de Bukka flores, y los centros de mesa eran de Aquilea.

De capturar todos los momentos inolvidables se encargó el maravilloso equipo de Esif fotografía y el video Cinema Tempo. “La verdad que muy recomendables los dos! – nos cuentan los novios.